Responder a la pregunta de cuántos kilómetros aguantan unos neumáticos en condiciones perfectas para asegurar una buena conducción es bastante complicado, pues además de influir la calidad de la goma, afectan otros factores muy importantes como el uso que demos a nuestro vehículo, el tipo de conducción o la climatología.
Sin duda el factor principal a tener en cuenta es la calidad de los neumáticos, y de forma inherente el precio. Habitualmente un neumático de mayor calidad suele costar algo más, sin embargo su durabilidad suele ser hasta tresveces superior a uno de una gama inferior.
Pero, ¿cuál es la vida útil de un neumático?
Pero ¿qué es la duración de un neumático? Un neumático tiene vida útil cuando no sufre desgaste, es decir el tiempo y los kilómetros que recorre sin llegar al límite legal de los 1,6 mm de profundidad de dibujo.
Como regla general, unos neumáticos tienen una vida útil de entre 40.000/50.000 Km si son de buena calidad. Unos neumáticos de una peor gama suelen tener una duración de aproximadamente 10.000Km.
Teniendo en cuenta que el 20% de los accidentes de tráfico se deben al mal estado de los neumáticos, tenemos que tener en cuenta ciertos factores de prevención para asegurar el correcto uso de nuestras gomas y así evitar males mayores.
Los neumáticos deben ser de la misma marca (al menos las cubiertas que compartan eje).
Han de ser de la misma medida.
Tienen que ser de la misma categoría de uso ( no vale intercalar neumáticos especiales de nieve, con ninguno de tierra, por ejemplo)
Deben poseer la misma estructura (radial y diagonal)
Los índices de velocidad y carga del neumático siempre debe ser igual o superior a los que el fabricante recomienda, e iguales entre las cubiertas del mismo vehículo.
El desgaste de la banda de rodadura no puede ser mayor a 1,6mm.
Estos puntos, pueden ayudarte a salvaguardar tu seguridad y mantener tus neumáticos.
Por tu bien, y por el de tu bolsillo, mantén tus neumáticos al día.
La presión: vital para alargar la vida tus neumáticos
El desgaste del neumático ocurre por muchas razones, pero entre las que los profesionales de los talleres destacan como principales son el tipo de conducción, una práctica de conducción muy deportiva y agresiva provocará un deterioro prematuro de nuestros neumáticos; o la climatología y el tipo de firme por el que habitualmente circulemos con nuestro vehículo. En seco y con altas temperaturas, y sobre superficies rugosas, un neumático sufre más y por tanto dura menos.
Pero una de las causas principales del desgaste no programado de los neumáticos es la presión incorrecta de las ruedas. El inflado de los neumáticos es lo que va a definir en gran medida el modo y velocidad de desgaste que el neumático experimente.
Una presión correcta es esencial para mantener una conducción equilibrada, eficiente y segura, de lo contrario podrás experimentar un mayor desgaste del neumático, del vehículo en general o un mayor consumo de carburante.
- Sobrepresión del neumático: Una presión superior a la que el fabricante recomienda provoca que la cubierta pierda superficie de contacto con el suelo, lo que acarrearía una menor amortiguación ante cualquier relieve y peor adherencia al pavimento. Mayor desgaste en la parte central.
- Presión insuficiente: La cantidad de aire en el interior de la goma es inferior a la recomendada por el fabricante. Esto crea una mayor superficie de contacto del neumático con el terreno, lo que conlleva una mayor fricción, traduciéndose esto en un sobrecalentamiento, mayor desgaste del neumático por los hombros, y un mayor consumo de carburante para el coche. Aumenta también el riesgo de reventón y la capacidad de evacuar agua.
Desde Automoción te recomendamos para un óptimo mantenimiento, revisar la presión en frío, todos los meses y antes de los viajes largos. En definitiva, ningún neumático tiene una fecha de duración exacta, pero que puedes prolongarla con nuestras claves.
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